martes, 28 de abril de 2009

Declaro que la vida aquí comienza en Abril. Nos fuimos por la tarde a descansar a la playa/parque. Sube la temperatura, se despejan los cielos y recuerdo porqué me gusta tanto esta ciudad.

Compramos el cochecito para Simón, regalo de los abuelos Georgina y Eduardo. Está muy bueno el bólido.

Quedan dos meses para la llegada de Simón. El verano empieza a llegar con mucha ilusión. Silvia sigue yendo a sus sesiones de Quiroprácta que duran por reloj 120 segundos. Pero (logicamente) la espalada le duele todavía. Yo ya volví de Tijuana, sin síntomas de influenza por suerte. Mientras Sil prepara el "post" sobre su viaje a Nueva York de la semana pasada, aca les mando unas fotos y un video veraniego de la vecindad.


La cuerda floja siempre presente.
Y no está tan floja; un mal movimiento y el latigazo puede ser devastador.

Sil quiere esconder su ombligo ya reversible...




De todo un poco


¿Durmiendo, leyendo, hablando por celular, mirando su juanete izquierdo? Quien sabe...
"Voy a parar a leer un rato y juntar fuerzas para la subida"

¿Increible! ¿Cuantas personas ven a Upa en esta foto (cargado sobre la espalda de otro)?

Marimbas en la playa

miércoles, 8 de abril de 2009

el tiempo no para ni un segundo

Hace cuatro semanas que no escribimos. Pasan rápido los días. Y más cuando los tiempos son felices. O nostros felices en el tiempo. Sea como sea, en estas semanas tuvimos aniversario de casados (3 años), Simón creció mucho en la panza de Sil, Sil terminó de cursar sus materias de toda la maestría, yo no, yo conseguí dos trabajos (en areas de desarrollo económico local y cambio climático), salió el sol en vancouver por dos días e hizo algo de calor, el pelo de mi cara avanzó hasta el cuello, y un poquito más también, uniéndose al pelo del pecho y al de los hombros (Sil me consuela diciendo que cuando uno es padre esto es aceptable), Sil se va el viernes a Nueva York y yo tal vez a Tijuana.

Por cierto, se llamará Simón. No por la votación en el blog, pero fue bueno saber que a la mayoría le gusta el nombre.

El 18 de marzo tuvimos aniversario, comimos unos quesitos ricos con tomates secos en oliva y nos fuimos a un club de Jazz.


El club de jazz tenía una decoración interesante. La iluminación deja en evidencia lo inescondible, una calvice reflectiva
Sil y su panza, Simón y su mamá




Salió el sol, y hacía tanto calor (15°C) que salimos a almorzar al balcón.


Ahí como me ven, pancho con sombrero al sol, ando estresado con trabajo y estudio, pero claro, pienso en Simón, y toda preocupación se esfuma. Así cualquiera, pobre pibe, todavía no nació y ya es mi terapeuta.

Se viene Simón!