Repollitos de Bruselas – el odio y el amor.
Pactamos en traernos dos plantas de repollitos de Bruselas más una bolsa llena de repollitos recién cosechados, y tirar el resto. Los repollitos menos pintones, malezas, yuyos, hojas secas y tristes plantas esqueléticas… al volquete. Sil odia los repollitos. A mi me gustan…creo. De chico se que de vez en cuando comíamos tarta de repollitos con mis viejos y no recuerdo que fuera un martirio. Esta semana Simón les subirá o bajará el pulgar. El futuro del repollito en nuestra casa va a penales.
El invierno pasó. Por lo menos en nuestras mentes. El tipo que hace el pronóstico la pifió otra vez. “Que la lluvia, que el agua nieve, que quedate adentro calentito tomando café, que mirate el partido de ice hockey en la tele porque va a hacer un frio que te cag…”. Pero el día fue puro sol, 10 grados que al rayo se sienten como 15. Saqué a relucir remera de manga corta y abandoné el gorro de lana. Nuestros brazos blancos como recién desenyesados. Nos fuimos los tres, casi cuatro, a preparar la tierra para plantar pequeños sueños de verano. Cursi, sí pero exactamente a eso fuimos.
Donde vivimos, que es un barrio para estudiantes con familia, hay una huerta. Se asignan las parcelas de nueve metros cuadrados por orden de llegada. Nos tocó la 82. Es el primer año que tenemos uno de estos rinconcitos de felicidad. En la 83 esta Amanda, su marido y su hijo: canadienses. En diagonal, o sea nuestros vecinos de vértice, están Álvaro, su esposa y su hija Alfonsina: chilenos. Un poquito más allá están nuestros amigos Maya y Gili: israelíes. Cruzando a la izquierda y pa'rriba, o sea al noroeste, esta Chau Fan y Ping Pong: chinos y evidentemente no recuerdo sus nombres. Es todo muy lindo, muy familia Ingalls supongo. Esta el citadino como yo que se emociona con plantar un puerro o una lechuga, y están los pros que juegan a adivinar si ya pasó la última helada para luego descargar su armamento de planificación agrícola, combinaciones híper eficientes de vegetales y frutales, y construcciones vistosas de protección frente al insecto entrometido. Yo aspiro a eso, a ser pro, pero no le digo a nadie, no vaya ser que me quede dando trompos, distraído por algún otro sueño que se me cruce en el camino.
En la tierra donde la lombriz es sagrada y el sol un visitante de honor pero escurridizo, las familias se aúnan como pocas veces he visto. Padres e hijos viviendo sus propios mundos, intercambiando sonrisas, charlas, enseñanzas y momentos de feliz asombro. Simón juega con lombrices y escarabajos y viaja en carretilla. Sil, con su panza de 6 meses ya, desentierra plantas (los repollitos los saca con gusto), pasa el rastrillo: se la ve en su salsa. Yo fui feliz hoy.
Creo que vamos a plantar espinaca, remolacha, zuchini, tomates cherry, lechugas, albahaca y un par de cosas más.
Resulta más cercano el verano cuando estas planeando y sembrando para cosechar en dos o tres meses. Y acercar al verano es imprescindible. El invierno aquí es largo y genera un fervor por la llegada de la primavera que en ningún otro lado he sentido. Los días se harán largos y todos trataremos de aprovechar cada minuto de luz y calor antes de que se desvanezca otra vez en Septiembre. Noté que hay un momento de quiebre en este final de invierno, que dispara un cambio de actitud. No es el 21 de marzo, que en realidad no es más que simbólico. Es el día que se adelanta la hora. Hace una semana, a las 6 de la tarde estaba casi oscuro y Simón decía “iá e de noche, es hora de domir”. Hoy a las 7 de la tarde hay chicos jugando en el parque, Simón entre ellos, o sea, “a domí, no”.
El “hace dos meses” parece “hace un año”
Siento que nuestro último post en este blog fue en 1993, plena Copa América. El costo de la indisciplina es seguramente el abandono de nuestros últimos y fieles seguidores. Pero me comprometo a escribir mas seguido...Facebook parece la salida fácil y puede que me apoye un poco en eso colgando unas fotos de vez en cuando, pero tratare de escribir en el blog mucho mas seguido y con esmero. Sil estará ocupadísima con su panza y la defensa de su tesis, pero seguramente estará dispuesta a escribir de vez en cuando.
Estuvimos distraídos y ocupados. Como muchos saben estuvimos en Sur-Centro América en diciembre: Providencia, Bogotá, Tocancipá, Chocontá, Chinatá, Panamá, Papapá. Buceo, playa caribe, selva, canal para containers, sobrinas, finca, montaña, hamaca, cerveza, arepas, lulo, guanábana, tren eléctrico, Topo Gigio, chin chin, feliz navidad, feliz 2012 . Como en casa pero de vacaciones, combinación preferida. En Panamá conocimos a Melanie que sonríe, sonríe y sonríe. Sus padres, valientes y acalorados se ven felices. Y a Colombia cada vez que voy no me quiero ir, y si me voy, quiero volver.
En Providencia (Caribe Colombiano)
Bogotá con amigos y familia
Chinatá
Medellín - Viaje en tren bala
- Si cae durante la noche los pibes se levantan por la mañana, salen a jugar y arman muñecos de nieve. Nieve = felicidad
- Si no se derrite pronto andar en bicicleta es sólo para corajudos. Nieve = aceite
- Si se derrite forma “slush” y luego barro. Nieve = huellas en tu alfombra.
- Si se apila fresca en la montaña uno se calza la tabla. Nieve = descenso sobre nubes.
- Si se congela y compacta en la montaña son miles las caídas y el trasero duele por semanas. Nieve = ganas de llorar
- Si está fresca, Simón anda en trineo y nosotros en raquetones. Nieve = felicidad + ejercicio.
- Si está fresca y es de noche y vas con un guía y linternas y amigos y el cielo esta despejado, está la luna y las estrellas y la vista de la ciudad desde la montaña, entonces Nieve = dos horas que no olvidare jamás (mas vale porque no tengo fotos).
Si quieren ver un par de videos de estos últimos meses, hagan click en los siguientes links:
