1000 días en Vancouver: septiembre 2012

En realidad llegó temprano, diez días antes de lo esperado, pero con la felicidad bajo el brazo. Lo que llega tarde es este blog post. Lo hemos pateado para adelante inumerables veces, al blog post no a Tomás. Pero ya no se puede estirar más, no se lo merece, Tomás, no el blog post. Basta Oliverio!

Tomás es un ídolo de multitudes. Les sonrie a todos, es tranquilo pero cuando llora parece un chanchito. Cuando nació se parecia a Evo Morales,o Genghis Khan. Nació con más pelo que la Gorila Amy pero ya tiene la cara un poco mas apaciguada y menos andina. Eso si tiene una pera (quijada) de campeonato.

Ya pasaron casi tres meses de adaptarse a tener dos crios y ya llevamos casi una semana con Tomás pegando la noche de corrido, nueve horas, a veces diez! Eso sí, se despierta hecho una hiena, per Sil y yo agradecidos.

Simón aun no ha mostrado señales de celos. Todo lo contrario, es un divino con Tomás. Veremos que pasa cuando el pequeñín le manotee los juguetes más adelante.

El colegio nuevo de Simón esta bueno y el pibe anda feliz. Ya no es el rey como en el colegio anterior donde era el más grande. Ahora es de la masa y tiene que lidiar con grandulones de 4 y 5 años. Vamos todas las mañanas en bicicleta, pasamos por la huerta a la ida o a la vuelta a regar y sacar tomates y zuchinis.

Los cuatro abuelos estuvieron aquí de visita durante el verano. Unos fenómenos. No paseamos mucho obviamente pero la pasamos muy bien en Vancouver y nos ayudaron muchísimo. Gracias nuevamente a los cuatro. Que haríamos sin ellos, y tan lejos. Por suerte se fueron yendo de a poquito y no todos de una, así que pudimos irnos preparando para llevar el barco adelante solitos.

Aca van unas fotos.

Como anticipo del próximo blog, les cuento que recientemente vino a vistarnos Felu, el Cabeza, el arranca hombros, el Cabe, llámenlo como quieran. La amenaza de visita finalmente se cumplió y aquí estuvo por cuatro dias, como hombre de palabra, con dos cañas de pescar bajo el brazo, y dos waders en la valija. Un lujo tenerlo en casa y eso que me criticó las medialunas. Pero eso se perdona, porque tenerlo aca fue increible. Pero bueno, eso viene después. En el proximo blog las fotos de la visita del Cabe, el pescador mas empedernido que me haya encontrado jamás.

Abrazos

30 de Junio, 2012