Tuvimos unos días increibles. Continuaron los cielos celestes y bajamos a caminar por la playa. Hice la primer clase de yoga de mi vida y aprendí que hay partes de mi cuerpo que poco tienen que ver conmigo... o tal vez me de algo de verguenza decir que la movilidad de los dedos de mis pies es cercana a cero y que hay posiciones en las que mis 90 kilos son demasiado para mis empeines.
Hace tres semanas que soy pseudovegetariano, no como carnes rojas ni pollo (salvo en situaciones extremas que seguramente abundarán en el futuro), pero sí le entro al pescado (fruto de mar...). Así que las verduras y las frutas salen a lo loco. Mucho cereal, couscous ayer por ejemplo, y arroces de todo tipo. El sushi sale seguido también. Hay por todos lados, desde muy y sospechosamente barato a realmente muy y sospechosamente caro. Hay mucho lugar de comida asiática que mas vale entres con ropa para tirar al tacho porque el olor a fritanga y surubí chaufanesco que te queda impregnado es fulerísimo. El picante y los condimentos aca son de nivel profesional. Yo soy un amateur en este area y debo andarme con cuidado.
Subí algunas fotos recientes, incluyendo las de dos acontecimientos fundmentales en nuestra vida de recién llegados: 1) Una gaviota tratándo de tragarse un pez demasiado grande, y 2) nuestro departamento con sillas y el último desayuno que tuvimos en el piso.
O.