Todo empezó hace como tres semanas con una llamada de Julian e Inés: “¿Se prenden a un viaje a los Kootneys? La idea es salir el lunes 25 y volver el primero de septiembre, alquilamos un auto y dormimos en carpa. Piénsenlo y nos avisan”. No tuvimos que pensar ni un minuto. Somos fáciles, fue un Sí al unísono seguido de sonrisas.
Rápidamente nos pusimos en campaña para conseguir los básicos del camping y afortunadamente tenemos amigos que están en la misma onda, así es que no solo nos prestaron (gracias Lisa!) sino que nos donaron, entre otras, una carpa y un colchón de plumas inflable de alta tecnología (gracias Diego!).
Alquilamos un carro, que en realidad parecía mas de yupi con destino a conferencia de marketing, que de cuatro estudiantes en sus treinta (ok, Ine todavía clasifica en los veinte) con destino a parques nacionales y de campamento. Pero ahí metimos todo el menaje.
Esta fue la ruta que hicimos (ver mapa y tratar de imaginar ruta)
Vancouver-Hope-Nahatchlach River-Merrit-Kentucky Alleyne Provincial Park-Kelowna-Silver Star-Penticton-Nelson-Kokanee Creek Provincial Park-Kaslo-Vancouver
Los paisajes lindísimos y variados: montañas, valles, lagos, ríos y bosque, bosque, bosque… visualmente espectacular porque parece otoño pero si uno mira con detenimiento se da cuenta que algo anda mal. Son pinos y hasta donde uno sabe los pinos están siempre verdes. Bueno, resulta que hay un bicho (pine beetle) que por falta de inviernos largos y fríos o sea por el calentamiento global (que uno celebra cuando vive acá y es oriundo del trópico) está acabando con grandes extensiones de bosque en Canadá. El bichito le hace algo al árbol y entonces eso hace que cambien de color al mejor estilo otoñal pero en realidad se están muriendo.
Los ríos y lagos son transparentes, azules-verdosos y ¡¡¡helados!!! Muchos son hilitos de agua en invierno y después con el deshielo de los glaciares se vuelven caudalosos y con rápidos interesantes para los que hacen rafting y kayak. Créanme que todos los días decíamos: “mañana si me meto” pero la verdad es que fue imposible pasar de las rodillas. Para calmar las ganas de deporte acuático hicimos kayak pero no en aguas turbulentas sino tranquilas en el Kootney Lake. No nos caímos y aunque por momentos girábamos sobre nuestro eje, logramos avanzar. Excelente tarde.
Animales? Si, varios. Vamos a ir de los más comunes y menos asustadores a los más exóticos y totalmente asustadores: pajaritos, ardillas, chipmonks, salmones, nutrias, castores, ciervos, arañas (en esta provincia uno siempre esta al menos a un metro de distancia de una, ¡es verídico!), osprey (tipo de ave rapaz (la más rápida del mundo en caída libre), serpiente chiquita y ¡un oso (no tan chiquito)! ¡Vimos un oso! Digamos que es una experiencia muy Canadiense y me alegro de haberla tenido pero el susto fue violento. Yo hice todo lo que no hay que hacer: contacto visual y salir corriendo (4 pasos… ¿para qué?). Oli hizo lo contrario, o sea, lo que corresponde. El oso era joven y estaba en cuatro patas dirigiéndose al rio a cazar salmones (que a todo esto estaban subiendo el río para desovar, ¡¡¡increíble!!!), parecía que estábamos protagonizando un programa de Discovery Channel. Por supuesto que las piernas, voz y demás quedaron bastante afectadas después del episodio.
Hicimos algunas caminatas, algunas monte arriba y otras en terreno plano pero todas buenísimas. En las alturas juntamos y comimos huckleberries y fresas silvestres, y para relajar los músculos después de tanta caminata fuimos a unas aguas termales. Excelente. Pero otro plan increíble fueron las visitas a los viñedos y fruterías de la zona de Okanagan (la más calurosa de la provincia, veranos de 40°C).
La ciudad ganadora del viaje por votación unánime fue Nelson, no solo por tener una arquitectura mucho más amigable que los clásicas construcciones cuadradas y de cemento americanas (léase Blockbuster, OfficeDepot, Wal-Mart, etc.). que se encontraban en las otras ciudades, sino por la onda: muchos cafecitos, casitas de colores, actividad al aire libre y comida rica. Pero Oliver, la capital del vino de British Columbia, nos aporto varias risas, todo gracias a Oli.
Un viaje que da para repetir así es que el que lo vuelva a proponer ya sabe que la respuesta es Si.
Algunas fotos (Click sobre la foto para zoomear):
Río Fraser:
Río Nahatchlach:
Un cruce audaz:
Aca se ven algunos de los pinos rojos (muriendo por el "Pine Beetle" (insecto)):
La famosa praderita en el bosque:
Las bicis suben por silla hasta la cima.
Algunas rampas que armen en el medio del bosque para hacer piruetas en bici:
Un Osprey y su nido:
Las chicas buscando frutos del bosque
Llegando al Okanagan, la zona semidesértica, de mayor producción vitivinícola de Canadá.
Sil en los viñedos indígenas Nk-Mip.
Entrada al Centro cultural de la Nación indígena Nk-Mip
Recibiendo un homenaje muy esperado:
Disfrutando un Flichman del pico (zoomear etiqueta para corroborar):
Nuetra nave alqulada. Es costumbre local proteger los vehículos con alambrado para evitar que puercoespines y otras alimañas te coman los cables de los frenos.
Camino hacia el lago Kokanee
Roberto, nuestro Chipmonk más amigo de todos:
Lago en el Kokanee Glacier Park
Vista del lago Kootenay:
Acrobacias de alto riesgo:
Sacudiendo la carpa antes de desarmarla:
En Kayak doble por el Lago Kootenay:
El pintoresco pueblo llamado Nelson:
Foto relámpago en el habitat del oso negro muy temprano por la mañana:
El tren y Oliver: Un sólo corazón.
Silvia se cansó del auto alquilado y consiguió este para volver a Vancouver.
5 comentarios:
muy bueno! silvia esta ganando adeptos en sus relatos, ojo O. quiero la version de oliver del encuentro con el oso. la tuve via skype, pero en letras...
que lugar paradisiaco!
me quedo con la imagen de silvia sacando su cabeza de la bolsa de dormir como un bicho canasto, y la cara de adrenalina post oso feroz.
(yo borre el coment anterior, no saben lo que habia puesto!!)
Hace días estaba esperando este relato; que increibles fotos y videos es muy emocionante ver esos lugares, a los que me encantaria ir.
Escuchar la voz de Oli y ver a mi silvia en sus diferentes facetas...todo es muy emcionante pero el homenaje a Oli muy merecido, un beso muy grande para los protagonistas de esta historia los quiero mucho
increible! me quedo con la misma imagen de exilie...y con la de los salmones y con la de julian igual a pedro aznar (cada vez mas), chicos el viaje que hicieron es increible...
Monitas y Oli, si hubiera estado en Canada tenganlo por seguro que me habria colado en ese maravilloso viaje, con oso y todo.
Ademas no me hubiera perdido el homenaje al "Gran Oli".
Que maravilla. Excelente expereincia.Un besote
Marthica
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