domingo, 25 de octubre de 2009

Potpurri

Hasta hace 4 meses cuando me despertaba a media noche y veía el reloj, pensaba: Qué delicia! Me quedan 2 horas de sueño! No era algo frecuente en mis noches pero consideraba un lujo pensar que podía dormir plácidamente hasta que fuera la hora de despertarme. Ahora, cada vez que Simón nos despierta al mejor estilo mariachi en el medio de la noche, pienso: No puede ser! Son las dos de la mañana, que sean rápido las seis y media y así puedo creerme que Simón pasó la noche completa y ya nos deja dormir!. La verdad es que nos ha dejado dormir varias noches seguidas, pero cada tanto se le desajusta el reloj nocturno y nos levanta.
Fue mi cumpleaños y estuvo muy bueno. Celebramos en nuestra casa una tarde de domingo al ritmo de varios ponqués (tortas) y postres. Para poder tener en nuestra casa invadida de artículos Simonísticos a nuestros invitados, les sugerimos que vinieran entre las 3 y las 8 esperando que llegaran en horas distintas. Pero justo ese fue el último domingo que la madre naturaleza aportó sol y calorcito en Vancouver y todos cayeron cuando terminaba la tarde. Estuvo bien porque al final la cantada del feliz cumpleaños fue más animada. El año pasado fue el boleto de lotería el regalo fuera de lo común, este año fue una planta que come insectos acompañada de dos moscas (vivas) en un tarro. Un regalo que genera conflictos internos terribles!
Hace un año escribí que Vancouver se veía divino en otoño. Lo reitero. Es un placer asomarse por la ventana y ver arboles con hojas rojas, amarillas, verdes, naranja, violeta, cafés. Caminar por los andenes y pisar las hojas secas y crujientes. Bueno, últimamente llueve todo el día y las hojas divinas se pegan en las ruedas del coche de Simón, hojas que después quedan en el tapete de nuestra casa y yo tengo que aspirar. El otro día me acorde del clima bogotano: lluvia intensa de mañana y sol repentino, resultado: un arcoiris divino.
De paseo dominguero anduvimos por el centro en una feria de diseño y aprovechamos para conocer el nuevo centro de convenciones. No entramos porque estaba cerrado pero por fuera es muy lindo. Al tomarnos unos minutos mirando el mar nos sorprendió una imagen muy vancouveriana y para mí, fuera de serie: lancha y avioneta (en realidad hidroavión) compartiendo la vía en la ciudad.


En el centro de convenciones nuevo



En el centro
Dolor de rodilla o cantando?


Arco iris




Los colores del otoño







A limpiar...


Se viene la lluvia




Cebolla de nuestro balcón, Oli la sembró


Para los interesados en Simón....






Con mamá





Con papá



Con el gorro que hizo la abuela
Volando en la selva
No se dan cuenta que ya no entro?
Con Ovo


Me miro la mano




4 comentarios:

Martha dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Martha dijo...

Hola Simon: Que maravilla de fotos las que tienes. Con tu papa, con tu mama,en fin....regios.
Efectivamente el Otogno es una estacion preciosa. Graciaspor compartir nuevamente. Mognas, en la foto con la muestra del Otogno a tu espalda y con gorra te ves muy bonita
Un besote grandote para todos y en especial para el ojiazul!!!!
Bendiciones!!!

Anónimo dijo...

Hola mi pequeno Simón, vimos de nuevo el blog y cada día estas mas bello y regordete; con respecto a los ojos, tu abuelo dice que serán azules, yo vote verdes pero es más con el deseo que con la realidad jaja, pues creo que la verdad serán azules. Mientras seguiremos viendo la maravilla de videos y las fotos tan bellas del otono que ya esta con paso firme. un beso a tus papas; tu mamá se vé divina entre esa sinfonía de colores y la serie con tu papá es realmente bella. un beso gigante para los tres de los abuelos Carlos y Claudia

Anónimo dijo...

Hola Monas y Oliverio:Espero tengan un buen dia. He leido su blog por algunos meses y me parece interesante.Son las unicas personas que he encontrado en la web que viven en Vancouver. Desearia saber si ustedes me pueden escribir. Tengo algunas preguntas sobre Vancouver y la vida alli.Soy Bogotana tambien y mi email es matetesk@googlemail.com

gracias por su respuesta.

Matetes