Estamos de vuelta en Vancouver. Nos recibieron 8 grados celcius y lluvia. Nuestra última noche en Buenos Aires granizó como nunca. Mi viejo compró 276 tejas, otros compraron muchos parabrisas. Los techistas, chapistas, vidrieros y dueños de viveros (reposición de plantas y macetas) ahora aliados de conveniencia con el cambio climático. ¿Se animarán las aseguradoras a continuar ofreciendo seguro contra granizo? ¿o pasará como en Florida (EEUU, no Vicente Lopez) que nadie ofrece seguro contra huracán (eso me contaron) porque vas inevitablemente a pérdida?

Estuvo bueno estar varado en Ezeiza el lunes a la mañana por neblina. Salimos a las 3 de la tarde en vez de a las 11 de la mañana, y eso que a mi me pareció que para las 10 de la mañana ya se había levantado la niebla. Quien sabe que pasó.

Finalizada la descarga, prosigamos:
Opcion 1: me pongo a desparramar palabras de nostalgia sobre Buenos Aires, amigos y familia, sumado a algunas observaciones sobre las actitudes porteñas y los problemillas que aquejan a la ciudad.

Opción 2: Acepto estoicamente que el estar lejos duele bastante, pero que acá estamos bien por ahora y la flia y amigos siguen firmes con nosotros y nosotros con ellos.

Voy por la opción 2 porque:

- la opcion 1 creo haberla tomado a la vuelta del último viaje a la Argentina a fines de 2008: es aburrido para el lector y para quien nostalgea y se queja.
- no hace falta tirarle flores a los amigos y flia, ya saben cuanto nos hacen falta.
- prefiero mirar para adelante.

Va un potpurrí de fotos de Argentina, están cronológicamente desordenadas.

Leyendo en el avion

Hugo y Simon Jugando con Pancha y Alejo

Jess y Simon

Agujeros post granizo en la sombrilla del jardin

En Tigre

Asi quedo la huerta de mi papa despues del granizo