CAPONES y CIPRESES

Dos años de casados. Hace dos años, un 18 de marzo, estabamos compartiendo con amigos y familia el concierto de aranjuez, una canción de café tacuba bailando sobre una mesa, un coro de amigos apasionado, corajudo y desafinado , un asado, un rogel que nos perdimos, abrazos que no nos perdimos, palabras cercanas qué aún resuenan, una canción desde lo más profundo. Es una alegría y un alivio recordar que todos están allí, cerca. Pero también es una palangana llena de nostalgia.

El 17 de marzo de 2006 llovía a cántaros pero el 18 amaneció despejado, azul cristalino y brillante y permaneció así, perfecto durante 24 horas. Dos años después, el 18 de marzo amaneció lluvioso y frío, y sin embargo a partir de esa noche comenzaron 24 horas perfectas. A las 7:30 de la tarde llevé a Silvia a comer a un restaurant canchero. La llevé en colectivo, igual que en mi primera salida con una chica, a los 15 años. 16 años pasaron y todavía no tengo auto. Sil, no se ofendió por el vehículo y salimos empilchados a comer rico, tomar rico y escuchar un poco de jazz a lo de "Capones". Brevemente el menú: De entrada nos comimos una bruschetta de queso de cabra acompañado con unos Martinis. Luego de eso nos pedimos unos deliciosos Mediterranean Fettuccine (tomates secos, pimientos asados, nueces de pino, corazón de alcaucil, olivas y espárragos, salsa pesto de vino blanco (PESTO EN UN ANIVERSARIO????)), y unos Prawn & Scallop Penne (corazón de alcaucil y echalotes con salsa de crema de Ancho-chili). Todo una delicia y acompañado por una copa de Shiraz y una de Pinot Noir. Reventamos todo con un cheesecake de pera y volvimos rodando luego de escuchar un jazz muy souleado.

El 19 seguía el festejo y nos levantamos temprano, con mucha dificultad al ver que el día estaba para variar nublado, lluvioso y frío. Nos pusimos nuestra ropa de nieve, tomamos nuestros "snowshoes" y salimos para Cypress Mountain. No hay muchas palabras para explicar esta experiencia. Realmente increible, esta ciudad no para de presentarme nuevas relaciones con la naturaleza. Aparentemente nada la puede detener (para ustedes dos!). Un paseo, muy romántico por cierto, entre cipreses nevados, nieve en polvo, pajaritos y silencio. Las fotos harán un trabajo mucho mejor que estas palabras. Nuestras bodas de papel fueron un lujo.

Mi amigo tuvo una hija. Y ahora la palangana de nostalgia es una pelopincho que rebalsa. O.

Sil muy atlética...






Como desarmar tu casa con cariño (lo vimos desde nuestro balcón)